Cuando lo indique un profesional del campo de la salud, educativo, social, etc., o bien, la persona perciba una sensación de malestar, angustia, miedo o sufrimiento, de manera persistente.

Ejemplos de motivos de consulta:

Problemas de comportamiento o adaptación.

Problemas con la alimentación en la infancia.

Trastornos de la conducta alimentaria (anorexia nerviosa, bulimia nerviosa).

Problemas con el rendimiento escolar.

Problemas con el rendimiento profesional.

Problemas en la pareja.

Problemas en la familia.

Problemas en el trabajo.

Situaciones de crisis.

Situaciones de violencia y agresividad.

Duelos y pérdidas afectivas.

Adicciones.

Tristeza prolongada.

Sentimientos de soledad.

Cambios en el estado de ánimo.

Trastornos depresivos.

Trastornos de ansiedad (trastorno de ansiedad generalizada, trastorno por estrés postraumático, trastorno obsesivo- compulsivo, fobia específica, fobia social, etc.).

Trastornos del sueño.

Miedo inmotivado.

Trastornos de la personalidad.

Cualquier otra situación que cause malestar a la persona.